Las mujeres que transitan sus embarazos en sitios calurosos están más expuestas a tener bebés con bajo peso, una predisposición que podría atenuarse con una mejor enseñanza preparto y habilidades integrales que lleguen a esa correlación.
Así lo revela un estudio en la versión impresa del semanario Environment International , que compagino la información de 15 millones de nacimientos en 265 ciudades de Brasil, Chile y México con los de las temperaturas para cada mes de embarazo desde 2010 hasta 2015.
La correspondencia entre calor y bajo peso ratifico especialmente importante en Brasil y en México, específicamente durante los últimos 3 meses de gestación, cuando aumenta el crecimiento del feto.
En Brasil, una temperatura mensual promedio de 22 grados durante el embarazo se asoció a un peso natal de 10 gramos menos en comparación con etapas de 19 grados, asevero a SciDev.Net Maryia Bakhtsiyarava, una de las creadoras. En México se encontró una relación muy parecida.
El bajo peso de los neonatos tiene altos costos sociales y económicos.
Cuando se tiene una capacidad de regulación térmica limitada, las mujeres en cinta son más propensas a las olas de calor y, en consecuencia, al sufrimiento fetal agudo.
Para prever estas situaciones, se recomienda la hidratación continua, permanecer en los sectores menos calurosos de la casa, mejorar el flujo de aire y evitar las salidas a la calle en los momentos más calurosos del día.
Comments